En Paraguay, 214.946 jóvenes de 15 a 29 años no trabajan ni estudian (nini), según la Encuesta Permanente de Hogares 2013 de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censo.
La población total del Paraguay es de 6.709.730. Un 66,3% de la población paraguaya es menor de 30 años, lo que da al país un perfil más joven que muchos otros países de la región, pero al mismo tiempo en muchos de los indicadores de desarrollo Paraguay está por detrás de sus vecinos, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En la franja etaria que va de 15 a 29 años, hay 1.869.100 muchachos y chicas, de los cuales el 22% solo estudia; el 44% solo trabaja; el 21,5% estudia y trabaja y el 11,5% no hace ninguna de las dos cosas.
La gran mayoría, 1.196.224 jóvenes (64%) labora en el sector terciario de la economía (servicios, transporte, comunicación, comercio, turismo y otras actividades), sobre todo en el caso de las mujeres, que llega al 82%. La agricultura ocupa al 20,4% (373.820), mientras que las industrias y la construcción dan empleo al 17%. Los trabajadores independientes son 118.000, de los cuales el 76,9% no tiene RUC.
Según la Encuesta de Hogares 2013, aproximadamente 66 de cada 100 jóvenes de 15 a 29 años participan en el mercado laboral, ya sea trabajando (ocupado) o buscando un empleo (desocupado). Existen diferencias significativas en los niveles de actividad según el género: Mientras el 76,8% de los hombres se encuentra activo, solo el 54,4% de las mujeres está en esa situación. El desempleo abierto en este grupo de edad se calcula en 112.746 jóvenes, mientras que la subocupación alcanza a 307.956 personas.
El informe Juventud 2013 de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censo señala que solo el 15,8% de los trabajadores jóvenes está asegurado al Instituto de Previsión Social (IPS), mientras que el 75,4% no cuenta con ningún tipo de seguro médico. Además, este estudio señala que el 45,9% (857.900 jóvenes) gana menos del salario mínimo.
La cifra de jóvenes que no asiste a la escuela, colegio o universidad supera a la mitad de este grupo etario. El 55% no está escolarizado, frente a un 44,4% que está matriculado en alguna institución educativa.
Los ingresos son proporcionales a los años de escolarización. Es decir que a más formación corresponden mejores salarios, según la economista Verónica Serafini.
Un 21,4% de los jóvenes tiene de 13 a 18 años de escolarización, lo que supone secundaria y terciaria. Las mujeres, por lo general, tienen más años de estudios, ya que ellas representan el 24,2% de las personas con más de 13 años de escuela, frente al 18,6% de los varones. La cifra más grande de personas (62%) está entre quienes tienen de 7 a 12 años de formación, lo que significa que terminaron al menos la Escolar Básica o la secundaria. Mientras que el 15% tiene de 1 a 6 años de escuela, frente al 0,6% que es analfabeta.
Los jóvenes piden trabajos dignos y decentes
Los integrantes de la agrupación juvenil Somos Pytyvöhára señalan que en Paraguay no hay fuentes de trabajo para los jóvenes. En los encuentros propiciados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), los adolescentes destacan que los empleadores tienen en cuenta la vestimenta y no la fuerza ni la capacidad de los jóvenes.
Además, piden oportunidades de trabajo en iguales condiciones y no trabajos alternativos. Exigen al Estado la creación de fuentes de trabajo. «Somos una población que estamos creciendo y exigimos que se invierta en nosotros. Ustedes serán responsables si no podemos enfrentar el mundo laboral. Exigimos que se invierta en nosotros porque Paraguay es nuestro y nosotros somos parte de él», indica el documento que entregaron al ministro de Juventud, Marcelo Soto.
Uno de los muchachos que forma parte de Somos Pytyvöha, José Escobar indica que los adolescentes y jóvenes son los más explotados, no tienen sueldo fijo, y sus empleos son precarios. Hay escasez de puestos de trabajo y no se ofrecen trabajos alternativos, por lo tanto pide una política laboral que contemple a los y las adolescentes y jóvenes trabajadores, más fuentes de empleos dignos y decentes.