La provisión de libros por parte del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) no es suficiente en las instituciones educativas capitalinas. Directores y docentes buscan donativos de empresas o particulares.
Obras de Historia y Geografía, Lengua y Literatura, cuentos, Matemáticas y Ciencias Naturales, que figuran en las bibliotecas de las escuelas públicas, son en mayoría donaciones de organizaciones no gubernamentales, de profesores o ex alumnos.
Empresas privadas o las mismas editoriales también aportan su grano de arena para que estos espacios educativos estén dotados de insumos y así enriquecer el desarrollo de las clases.
Para los profesores, son necesarios también cuadernillos para desarrollar mejor emblemáticos programas como Leo, pienso y aprendo.
El kupi’i, las reiteradas mudanzas y la carencia de estantes, mesas y repisas son parte del drama que se observa en los colegios.
Menos del 60% de las escuelas paraguayas cuentan con espacios académicos suficientes, como bibliotecas, que generen un ambiente favorable para que los niños y jóvenes aprendan.
Esta cifra se desprende del reciente informe Suficiencia, equidad y efectividad de la infraestructura escolar en América Latina, elaborado por el BID y la Unesco. Los datos de la investigación ubican a Paraguay en el último puesto en infraestructura escolar de Sudamérica.
(Última Hora – 19 de marzo de 2017).