“Todo proyectil que está en movimiento es letal. El único que no es peligroso es el que no se dispara”, resume el subcomisario Abel Cañete, jefe de Balística de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, la contundencia del mensaje acerca de la peligrosidad de los disparos al aire.
El agente sostiene que cuando se realiza un tiro al aire ya se pierde el control de la trayectoria del disparo, y por menor que sea la fuerza del proyectil, puede causar un daño irreparable a la persona que acusa la bala perdida.
“Una bala perdida puede caer encima de la cabeza, afectar el ojo u otros órganos vitales. Todo disparo al aire cae al suelo y a cualquiera le puede alcanzar”, explicó, preocupado por los últimos casos registrados en nuestro país y que inclusive fueron grabados y alzados en redes sociales.
Liz Vera, madre de la niña Paz Valentina, que fue víctima de una bala perdida en la Navidad del 2012, repudió los casos de disparos al aire que se siguen dando y pidió un castigo severo a los autores del delito. “Cárcel, solo eso pido en memoria de mi princesa y otras víctimas. Solamente castigándolos podríamos tratar de crear un poco de conciencia y demostrar que disparar al aire es delito”, sentenció.
(Última Hora – 3 de enero de 2016).
