En Paraguay –según la investigación realizada por la organización de la sociedad civil BECA y Unicef–, el 61% de niños, niñas y adolescentes reportaron haber sido víctimas de algún tipo de maltrato por parte de sus familiares más cercanos. El pasado 2 de setiembre se promulgó la ley que prohíbe el castigo físico o cualquier tipo de violencia como método de corrección o disciplina a niños y adolescentes.
María Silvia Calvo, desde Global Infancia, comentó que el 35% de los abordados manifestaron haber recibido violencia física grave (golpes con objetos, patadas, quemaduras y asfixia), mientras que el 13% de los encuestados dijo haber sido objeto de violencia física leve (nalgadas con la mano y con objetos, cachetadas, tirones de pelo, pellizcos y la obligación de permanecer en posiciones incómodas) y el 13% expresó haber vivido violencia psicológica (insultos, maldiciones, amenazas de abandono, entre otros).
Es interesante destacar que aunque 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes han recibido algún tipo de maltrato, los mismos consideran, en una gran mayoría, que la relación con ambos padres es buena o muy buena (91,9%).
La psicóloga Melisa Urtlauf recomienda a los padres o responsables de los chicos evitar castigarlos físicamente ante una mala conducta de los pequeños. Tanto María Silva Calvo como Urtlauf coinciden en que con violencia no se logra el objetivo de cambiar el comportamiento del niño o la niña.
(Última Hora – 3 de octubre de 2016).