JIFE ALERTA SOBRE CONSUMO DE DROGAS EN MENORES DE EDAD

El lanzamiento mundial del Informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en su edición de 2009, puso en evidencia algunas de las tendencias que ha adquirido el consumo de drogas entre la población infantil y juvenil de Colombia.

Según informó la entidad, entre las drogas más consumidas por los menores de edad en América, está la marihuana seguida de la cocaína y sus derivados (base de cocaína, bazuco o pasta básica de cocaína). A la vez, los expertos de la JIFE registran un incremento del consumo de drogas sintéticas (MDNA, mentafetamina y éxtasis) en los últimos cuatro años.

Citando la última encuesta nacional de consumo entre escolares, la Dirección Nacional de Estupefacientes indicó que el uso de marihuana y cocaína es marcado en los colegios y universidades.

«Los menores de edad son utilizados para el transporte de drogas, situación que permite violar los derechos de los niños y sobre todo su integridad física», dijo Omar Figueroa, director nacional de Estupefacientes, al advertir que  los niños y niñas están iniciando el consumo de la marihuana desde los 14 años.

Tal como lo reconoció el viceministro del Interior y de Justicia, Miguel Ceballos, los altos niveles de consumo de marihuana y cocaína han hecho que Colombia ya no sea solo productor de drogas sino también consumidor, lo cual exige reforzar las estrategias para la prevención, empezando por el núcleo familiar.

«Más que los niños, los padres de familia deben tener más conciencia sobre la educación de los hijos y los efectos negativos de las drogas, manifestó Ceballos. «Los niños, al ser educados, se vuelven educadores de sus padres».

Además del consumo de drogas, la Jife llamó la atención sobre la participación de niños, niñas y adolescentes en la comercialización de las mismas, sobre todo en los espacios educativos. «El menor de edad infractor, por las mismas leyes que lo protegen, es vulnerable para que los mismos traficantes lo capturen, de tal forma de que él sea el que trafique y expenda las sustancias», dijo Camilo Uribe. «En muchos casos el expendedor en colegios es un menor de edad».