Capítulo Infancia x mes: El crimen en Tolosa, la edad de imputabilidad y la cobertura mediática

El asesinato en el barrio Tolosa, de La Plata, de un hombre de 41 años a manos de un chico de 15 años en ocasión de un robo ganó la agenda pública en las últimas semanas. Fue un episodio brutal que, también, marcó otra vez la desproporción que distingue a algunas coberturas de otras, tal como se analiza en la publicación «Capítulo Infancia x mes«, que Periodismo Social lanzó esta semana en formato digital.

En la misma semana que afloró ese asesinato, los medios informaron aisladamente decenas de delitos, de distinta gravedad, en los que los chicos fueron víctimas: el asesinato de un chico de 13 años en medio de un secuestro en Luján; de otro chico, de 14 años, muerto en La Plata en medio de una discusión callejera; la muerte por ahogo en Misiones de 4 chicos de entre 6 y 11 años que solían pedir limosna en las calles; la detención de una pareja en Tucumán por el asesinato de su beba; el intento de abuso de un nene de 11 años por parte de un hombre de 77; la denuncia por violación de una chica travesti de 17 años contra dos policías en Mendoza; el abuso de una nena de 11 años con discapacidad, en San Juan; el asesinato de una chica de 16 años en La Plata presumiblemente a manos de su pareja; la detención de una banda que utilizaba chicos menores de edad para saquear viviendas, entre muchos otros.

Sin embargo, nadie propuso el debate sobre cómo garantizar (en serio) la protección a esos chicos. Esa otra inseguridad parece no haber alarmado lo suficiente. Lo que sí se instaló con fuerza en la agenda fue la discusión de cómo resolver el problema de los chicos acusados de delitos, pero con un debate simplificado y en un momento que no parece el más adecuado.

Las diferentes formar de morir en Tolosa

El Capítulo Infancia de Periodismo Social analizó casi 140 notas publicadas en 22 diarios de todo el país, entre el 19 y el 25 de enero en 22 diarios. Repasemos qué se publicó entonces.

Los especialistas, ausentes. Sólo el 1.7 de las fuentes consultadas fueron especialistas en el tema, que pueden dar una visión más amplia y académica sobre la cuestión. Fueron los grandes ausentes en este debate.
Por otro lado, los familiares o amigos de la víctima fueron el 8,4 % de las voces escuchadas, entre ellas su viuda, primos y gente muy cercana al hombre asesinado.
La poca presencia de unos y el alto impacto que provoca el testimonio desgarrador de los otros ayudaron a provocar un debate más teñido por lo emocional y la confusión que por el razonamiento desapasionado y la búsqueda de acuerdos.

Los diarios a favor, las fuentes a favor. La gran mayoría de las fuentes editadas por los diarios estuvieron a favor de bajar la edad de imputabilidad: el 70 por ciento. Otro 25 por ciento se manifestó en contra y el 5 por ciento restante fueron voces neutrales, que pedían no debatir en este momento electoral o la participación de más sectores, no sólo emparentados con la política. De este modo, frente a un tema que divide aguas por igual, la selección de fuentes no parece haber sido la más equitativa.

El Ejecutivo, en la trampa de la edad. El gobierno nacional (junto a gobernadores aliados como José Alperovich, de Tucumán, y José Luis Rioja, de San Juan) sumó el 30.2 % de las fuentes que hablaron del tema. El gobierno de la provincia de Buenos Aires, en cambio, el 14.4%. Juntos suman casi el 45 por ciento de las voces consultadas, sin embargo el debate entre ellos se agotó siempre en dos posibilidades: 14 o 16 años.

Contexto y prevención del delito, nada. Apenas el 2 por ciento de las notas analizadas dieron datos para entender el contexto en el que los adolescentes pueden cometer delitos como el ocurrido en Tolosa, es decir, prácticamente no se habló de la situación de los jóvenes y de la contención social necesaria para evitar tragedias como estas. Los diarios omitieron datos como Pobreza, educación, drogas o el presupuesto para infancia y adolescencia, y pusieron el eje prácticamente con exclusividad en el delito en sí, lo punible, la edad y el castigo.
De hecho, apenas el 1,45% de las notas hizo mención a estrategias para prevenir el delito en niños, niñas y adolescentes, aunque sin profundizar demasiado en la cuestión. Seguramente, el ejemplo más recomendable sea una nota publicada en BAE, el 23 de enero, titulada: «La educación para prevenir el delito juvenil lo reduce hasta un 50 por ciento».

Las estadísticas con diferentes Interpretaciones. El uso de estadísticas para reflexionar sobre el tema fue otro de los puntos flacos de la cobertura. Según el monitoreo de Capítulo Infancia, en el 10.9 % de las notas se hizo referencia a alguna estadística referida al tema, pero acá cuentan también las menciones que hizo Cristina Fernández en su discurso del lunes 24, en el que aseguró que «el tema de la edad no es una solución de los problemas. Brasil la tiene en los 12 años y la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es de 32, mientras que nosotros la tenemos en 6».
Otro problema frecuente en la cobertura de estas noticias es la mención a estadísticas que no tienen fuentes ni autores comprobables. Un ejemplo de ello, es lo publicado por el diario Clarín, el 23 de enero: «…cada vez hay más menores delincuentes y más de la mitad de todos los crímenes quedan impunes. Si se comete un delito, la probabilidad de ir preso es mínima».
Nunca aclara de dónde surgen esos datos.
En la misma línea, en los primeros días después del crimen el fiscal platense Marcelo Romero ocupó la primera plana de diarios y noticieros con declaraciones como esta: «Se niega que aumentó el delito, que hay más violencia, que aumentó la presencia de menores en delitos graves…».
Sin embargo, en ningún momento esas frases fueron completadas con números que lo certifiquen.
Y otro ejemplo de cómo las estadísticas son utilizadas en forma arbitraria en los medios es lo publicado en el diario La Nación, el miércoles 26 de enero. Bajo el título «Menores cometen el 15% de los crímenes», el matutino aportó más confusión al debate, al difundir una estadística que debe ser leída con ciertos reparos y que no refleja para nada el título con el que se la mostró a los lectores (ver Letra chica)

Los datos que no tienen fuentes, los vecinos que no dicen su nombre. Entre las fuentes consultadas, casi el 5 por ciento no estaban identificadas. Respondían al clásico «fuentes de la investigación», «vecinos de la zona» o «familiares de la víctima». Con esta fórmula, se publicaron testimonios un tanto peligrosos. El 21 de enero, el diario El Día aseguró que «entre los vecinos es unánime que los que mataron a Esquibel robaron días atrás en una cancha de fútbol, y a minutos de la tragedia atacaron en una verdulería de la zona, que en las últimas horas contó con protección policial permanente».
Nunca se ofrecieron comprobables ni suministrados por una fuente oficial.

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